jueves, 11 de marzo de 2021

LA ODISEA

Hace 10 años desde que Ulises fue castigado por Poseidón, rey de los mares, tras la batalla de Troya. Su hijo, Telémaco, y su esposa, Penélope, tienen pocas esperanzas de volver a ver a Ulises algún día. El país de Ítaca perdió a su rey tras su desaparición y a Penélope no se le permitía reinar sin un rey, por lo que tendría que elegir a un pretendiente como marido. Prometió escoger nuevo esposo cuando hubiese cumplido con su deber, que era tejer un manto. Pero claro, ella no quería casarse con ninguno y reemplazar el puesto de Ulises, por lo que cada noche deshacía punto a punto lo que había tejido durante el día. Así que un día, bajo la autoridad de Zeus, todos los dioses del Olimpo se habían reunido para escuchar la exaltada palabra de Palas Atenea, hija de Zeus, Dios de los Dioses, y diosa protectora de Ulises. La intención de Atenea era liberarlo de un castigo que lo mantenía prisionero de la Nynfa Calypso, quien le retenía con sus hechizos haciéndole olvidar a su mujer y a su hijo. Con la autorización de Zeus, Atenea se le apareció a Telémaco un día con tal de salvar a Ulises, rey de Ítaca. Atenea le hace ver a Telémaco en un lago que su padre aun vive, pero prisionero de Calypso. Telémaco, sin perder la esperanza, ese mismo día en el que se enteró que su padre vivía, decidió partir a Pilos para recibir noticias de él. Mientras Ulises, se lamentaba por ir de nuevo a Ítaca. Con el permiso de la diosa Calypso, salió después de diez largos años, de regreso a su patria. Pero cuando Poseidón se enteró de que la Nynfa le había dejado marchar, provocó enormes olas, remolinos, y todo tipo de fenómeno natural con tal de matar a Ulises, pero Palas Atenea, como su protectora que era, logró calmar las aguas y llevar a Ulises con ayuda del viento hacia la isla donde habitaban los Feacios. Una vez llegó, la joven Nausica, hija de Alcínoo, le encontró en la orilla de la playa de la isla inconsciente. Con ayuda de un trapo y un perfume, logró despertar a Ulises y le llevó al palacio, donde estaba Alcínoo. Allí, al el rey de los Feacios enterarse de que el forastero era ni más ni menos que Ulises, lo recibió con los brazos abiertos. Alcínoo le prometió alojamiento y hospitalidad por el tiempo que quisiese a cambio de una cosa. Que les contase todas sus aventuras a él y a su hija Nausica. Con alegría, aceptó. Le contó como consiguieron ir de isla en isla sobreviviendo. Primero fue a la isla de las flores de loto junto con su tripulación. Luego en otra, se encontraron a un cíclope gigante, hijo de Poseidón, al que mataron. Llegando a Eolia, sufrieron unos pocos mareos por parte del mar ya que Poseidón se enteró de la muerte de su hijo. Allí le dieron una caja con todos los dioses encerrados, pero no debía abrirla. El problema es que dos hombres de la tripulación, les comía la curiosidad de saber lo que había dentro de la caja de la que Ulises no se separaba nunca, y la abrieron. Eso fue una catástrofe. De milagro llegaron vivos a otra isla, donde conocieron a Circe, una hechicera que convirtió a toda la tripulación de Ulises en cerdos, pero luego los devolvió a su forma normal. Y por último, las sirenas, a las que por poco sobreviven. Pero... ¿conseguirá Ulises volver a Ítaca, su patria? ¿Qué pasará con Penélope? ¿y con Telémaco?


Sin duda este es uno de mis libros favoritos. Tiene 192 páginas.


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