Santiago Ramón y Cajal nació el 1 de Mayo de 1852, en Petilla de Aragón. Su nombre completo es Santiago Felipe Ramón y Cajal, y hoy os voy a contar su historia.
De pequeño era muy travieso, por lo que se iba al bosque para que no lo castigaran. Allí se pasaba los días enteros viendo a los pájaros volar. Así fue cómo descubrió su verdadera vocación, dibujar. Su padre, un médico muy conocido por la zona, quería que él siguiera sus pasos. Sin embargo, Santiago no se veía muy dispuesto a hacerle caso. Cada vez que su padre le pillaba dibujando, le rompía todos sus dibujos y le dijo: "No puedes perder el tiempo con estas fantasías"
Santiago seguía dibujando todo lo que veía, y como lo que veía eran personas, lo que más le gustaba dibujar eran cuerpos humanos. Pintaba brazos, piernas, manos... Convirtiéndose en un experto en anatomía, hasta que un día su padre descubrió todos aquellos dibujos que él pintaba, ¡Estaba sorprendido! no entendía, cómo alguien sin información podía retratar tan bien un cuerpo humano, por eso, su padre trató de convencer a su hijo para que se convirtiera en un médico como él, pero el chico solo quería dibujar, así que llegaron a un acuerdo, Santiago estudiaba medicina y su padre la apuntaría a clases de pintura. El joven consiguió dibujar con tal precisión el cuerpo humano, que acabó quedándose sin inspiración, hasta que su padre, le hizo un regalo que le cambiaría la vida: ¡UN MICROSCOPIO! Con él, podría dibujar todo lo que no podemos ver a simple vista. Cuando Santiago miró a través de él, descubrió un fantástico mundo en miniatura que dibujar.
Con el tiempo, se convirtió en un gran médico, pero él seguía mirando el microscopio dibujando todo tipo de células y moléculas, hasta que un día Santiago vio algo raro, e ilusionado, se lo dijo a su padre. Santiago fue el primer hombre en ver la conexión entre unas células y otras. Su padre estaba muy orgulloso de él. Así fue como Santiago Ramón y Cajal, acabó fundando una nueva rama de la medicina que estudia el cerebro. Poco después le entregaron el premio Nobel de Medicina. Desgraciadamente, murió el 17 de octubre de 1934 en Madrid debido a una enfermedad llamada esclerosis cerebral.
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