Antes de
convertirse en un deporte, el esquí fue un modo de transporte. Llegó al sur de
Europa en el siglo XIX desde…¡Noruega!
EL ESQUÍ EN LA PREHISTORIA
Los hombres
prehistóricos ya practicaban esquí. Bueno… una especie de esquí. Para
desplazarse más deprisa sobre la nieve y perseguir a los animales de caza,
calzaban unas grandes tablas de madera. Lo sabemos gracias a unos grabados en
piedra que datan de 6000 a 7000 a. C. y que se descubrieron en Rusia.
¡ QUÉ LOCURA!
A principios
del siglo XX, los noruegos esquiaban mejor que nadie. En los Alpes, bajaban a
gran velocidad todas las pendientes y utilizaban los tejados de las granjas
nevadas como trampolines. Los campesinos alpinos lo veían y no se lo creían.
UNA ESPECIALIDAD DEL NORTE DE EUROPA
Los esquís
más antiguos se descubrieron en Noruega, Finlandia y Suecia. En otros lugares,
en los países templados, la gente no conocía el esquí. ¡Normal ! No lo
necesitaban ni en la montaña.
Para
desplazarse, los montañeros utilizaban botas con tacos o raquetas, más
prácticas para subir por las cuestas.
EL TELEMARK, UNA TÉCNICA
REVOLUCIONARIA
En el siglo
XIX, en Noruega, el esquí se convirtió en un verdadero deporte gracias a un
carpintero, Sondre Norheim. Hacia 1868, este encontró el modo de deslizarse con
esquíes por pendientes (suaves). ¿Cómo?
Acortando las tablas y afinando su forma. Creó unas fijaciones que dejaban
libre el talón (sin fijarlo en el esquí) así como una técnica para hacer giros
en bajada: el telemark.
Esta técnica
todavía existe.
¡BUENA
PREGUNTA!
¿Cuándo
nació el esquí alpino?
A finales
del siglo XIX, en los años 1890. El austriaco Mathias Zdarsky acortó los esquís
para facilitar los giros en las fuertes pendientes de los Alpes y se inventó
una fijación metálica que bloquea el talón de la bota sobre el esquí.
¡Así de
fácil!
Este invento
lo he sacado de lectura de este libro:
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