Esto le pasó a Elena, pero bueno...
Elena y yo habíamos quedado en mi casa. Como nos aburríamos decidimos salir a la calle.
Que conste que íbamos a dar un paseo.
Como siempre, estábamos haciendo el tonto.
Cuando bajábamos mi calle, en la última casa de la esquina, la dueña tenía un perro, y como seguíamos haciendo tanto el tonto, no nos dimos cuenta, pero el perro nos estaba ladrando y cuando íbamos por la puerta principal casi le muerde a Elena.
Desde ese momento el perro nos ladraba como si no hubiese un mañana, incluso ese mismo día, el perro ladró tanto que hasta su dueño salió a ver qué le pasaba.
MORALEJA: NO hagas el tonto mientras bajas una calle si tus vecinos tienen perros.
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