TERRI era un perro muy especial para mí. Con él lo compartía todo y lo tenía desde que nací. En realidad, el perro era de mi padre, pero lo queríamos como un tesoro llenito, llenito de oro. Él me ha acompañado durante toda mi vida y yo lo quería y lo quiero un montón.💖💋
Era de color marrón, con las cejas blancas y el pecho también de color blanco. Era muy juguetón y amistoso, siempre de un lado para acá y para allá.
Un día me fui a Baeza, como de costumbre, pero cuando volví no era lo mismo. Era por la noche y fui a casa de mi abuelo. Yo no me quería quedar allí a dormir, pero entonces mi padre me dijo la desgracia. Él había fallecido y yo rompí a llorar. Estuve toda la noche en vela porque no podía dormir, y al día siguiente fuimos al sitio en el que él estaba enterrado. Lo enterramos al lado de un río, porque a él le encantaba estar ahí… Desde entonces voy a visitarlo todos los días que voy allí.
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