Popy era el perro de mi tía y mío. Ella lo cuidaba en Córdoba y yo en Ibros.
Nació en 2004, el día y el mes no lo sé. Yo lo conocí con 1 año y si os digo la verdad, toda la vida le he tenido miedo. Tenía un carácter agresivo ( me refiero a que si le haces algo que le le molesta o le causa dolor te gruñe). A ver, no te acercabas y te mordía y si lo tocabas, no te mordía. Tenía ese carácter porque un día, en la guardería de perros, le pegaron y desde ahí dijo: -Ya no me toca nadie.
Era super bueno. Como sabía que no podía entrar en las habitaciones, se quedaba en la puerta. Siempre se quedaba al lado de mi abuela y dormía debajo de la cama de mi abuela. Nunca le ha mordido a nadie.
Tenía el pelo negro, marrón y blanco, los ojos marrones. No era grande, era mediano.
De pequeño le atropelló un coche y por eso tenía una enfermedad en los huesos. Luego metió la pata en el brasero.
Siempre que abría la nevera venía detrás. También, un día estaba en la puerta (esto pasó con 8 años) y se acercó un vecino y me dijo: -Hola, qué bonito tu perro. Y yo le dije: -Gracias. De repente Popy empezó a gruñir pensando que me iba a hacer daño.
Siempre que subía al cuarto de mi tita, Popy empezaba a gruñir pensando que le iba a hacer daño.
Este año me fui a Nerja 4 días y me fui con él. Todos los días lo paseaba y nos lo pasamos genial (Popy no iba a la playa). La foto de abajo es en Nerja.
Pasaba el tiempo y a Popy le costaba andar. Tenía muchas cataratas, ya ni ladraba, ni hacía nada.
El 9 de octubre de 2020 falleció con 16 años. Mi tita vive sola en Córdoba y Popy era su compañero de vida, o sea, que imaginaros cómo está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.